martes, 4 de noviembre de 2025

ACTO MEMORIA FOSA COMÚN DE OVIEDO, 25 DE OCTUBRE DE 2.025


 Buenas tardes, compañeras y compañeros.


En primer lugar, agradecer vuestra deferencia depositada, en mí,  para poner voz, en este acto de la Memoria y en esta Fosa Común con un breve relato sobre la corta y azarosa vida de mi abuelo.

Se llamaba Ricardo Fernández Llaneza.

Nació en 1.899 en La Peña, conceyu de Mieres y vecino desde muy joven de Ciañu de Llangréu.

Minero y picador de Carbones de La Nueva.

Afiliado al PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL  y al SINDICATO MINERO.

 Presenció la combatividad de los mineros en la Huelga de 1917 y la posterior represión.

Participa en La Revolución de Ochobre, de 1.934 por lo que es apresado y hacinado en las indecorosas celdas del cuartel de Simancas en Gijón.  Un viejo colegio de jesuitas, donde los Revolucionarios fueron sometidos a las más infames vejaciones y torturas.

Liberado en Febrero, de 1.936 tras la amnistía promulgada con el triunfo  del Frente Popular, vuelve a su hogar, con su esposa,  mi abuela Encarna y por entonces con sus dos  hijos Marino y Blanca.

Tras el fallido golpe de estado de 1.936 , no desmaya y pese a la terrible experiencia represora y carcelaria, forma parte del Batallón Ciañu, alcanzando el grado de Teniente.

Sabemos que estuvo en el Frente de Oviedo, en las posiciones de San Esteban y San Lázaro y finalmente destinado a Infestu.

Con la caída del Frente Norte, regresa a su hogar, en la Calle Nueva de Ciañu, pese a la insistencia y persistencia de mi abuela Encarna de que debería intentar la fuga para salvar su vida.

El 20 de noviembre de 1.936, mi padre Calo, apenas cumplía el año y mi tío Candi aun no había nacido. 

Ese día 3 guardas de asalto, allanan su morada , guiados por un delator, le identifican, le interrogan sobre el paradero de los compañeros combatientes a lo que mi abuelo les responde que todos habían fallecido.

Con saña, el más energúmeno de los guardias, le solmena una hostia descomunal en presencia de mi abuela, mis tíos y mi padre, y le detienen.

Instruida la Causa en Sama es enviado a la Cárcel Modelo de Oviedo, para continuar con la farsa del Sumarísimo Consejo de Guerra.

Condenado a la pena de muerte, por Rebelión Militar, es fusilado y arrojado a esta Fosa Común el 2 de Abril de 1938.


Pero la Represión Fascista continúa, haciendo mella en mi abuela, que para sacar adelante a sus cuatro hijos, tuvo que trabajar duramente de carbonera, con una alta precariedad laboral y un sueldo de miseria.

Y todo esto, agravado, con diligencias judiciales de confiscación, presencia y registros policiales, y agudizado por la fame y la garrulería falangista.

Esta es nuestra Memoria, la Memoria Histórica y Democrática, del sudor del trabajo, escrita con trazos de tinta y regada con surcos desangre.

Compañeras y compañeros. 

SALUD, REPÚBLICA Y MEMORIA.

Fosa Común de Oviedo, 31 de Octubre de 2.025

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