jueves, 26 de mayo de 2011

GASPAR GARCÍA LAVIANA: SIMBOLO DE LOS EMIGRANTES ASTURIANOS QUE NO VOLVIERON.

"Decíamos ayer..", con esta frase Fray Luis de León (1.527-1.591) inició su actividad docente en la Universidad de Salamanca, después de abandonar la cárcel, por la condena que le había impuesto el "Tribunal del Santo Oficio".

"Decíamos ayer..." y continuamos reafirmándonos en el "Proyecto 3.0", clausurado pero latente y tan activo como nuestra avidez de "Enredar por las Redes".
 
"Decíamos ayer..." tantas cosas y en la evolución de este fluir continuamos con nuestro blog.


Campaña , reflexión, elecciones y resultados, previsibles aunque desoladores, son la síntesis del reciente "Proceso Electoral, Autonómico y Municipal" del que haciendo un esfuerzo teórico y en similitud con la "Teoría de la Causalidad"  podemos analizarlo en la relación "CAUSA-EFECTO" pero también deberíamos considerar los fundamentos humanos y errores legislativos que han derivado en la pérdida del "Poder Político" de la, hasta ahora, "Mayoría Social de la Izquierda".


"Emigrantes a la Espera"
Con el argumento de la crisis y la lucha contra el paro, el legislador ha  optado, por el recorte sistemático en el ámbito  laboral y profundizando cada vez más en la "Vía de la Desregulación" (reforma , recortes salariales, aumento edad de jubilación,..);   pero aún hay más, la redacción de normas, que aunque parezcan triviales por la escasa presión del destinatario,  que vulneran la sensibilidad del  colectivo puede determinar que el resultado se precipite todavía más en su contra, y por ello quiero exponer en esta entrada, mi más absoluta desaprobación ante la normativa que impide a nuestros emigrantes el voto en las Elecciones Municipales. "De Justicia" es que puedan ejercitar este derecho en el ámbito de su estimado y añorado "Conceyu" y también deseo manifestar mi indignación ante el aumento de las trabas burocráticas, que en vez de lograr la transparencia y seguridad, ha incentivado, más aún, la abstención y lo más irritante, la pérdida de más de 5.000 votos, de "Emigrantes Asturianos", que ni Dios sabe donde están.


No es el lugar, ni el momento de hablar del fenómeno de la "Emigración Asturiana", pero amparado por mis "Personajes y Personajillos", me llega a la cabeza la biografía del "Cura y Guerrillero" Gaspar García Laviana, como representante de los emigrantes asturianos que no volvieron y que todavía tenemos la insolencia de impedirles, con toda "Solemnidad Legislativa", el ejercicio al "Derecho al Voto Municipal".



Gaspar García Laviana (Comandante Martín), sacerdote español que luchó junto a los "Sandinistas Nicaragüenses".

Nació en 1941 en Les Roces (San Martín del Rey Aurelio) y emigró años más tarde al pueblo langreano de Tuilla. Estudió bachillerato en Valladolid y Filosofía y Teología en Logroño, donde se ordenó en la orden del Sagrado Corazón. Celebró su primera misa en el año 1966 en la parroquia de su pueblo natal. Después se trasladó a Madrid, donde terminó un cursillo de Sociología. Aquí mismo compatibilizó su sacerdocio, en la parroquia de San Federico, con el trabajo de obrero en una carpintería del barrio. Durante los tres años que permaneció en Madrid trabajó intensamente con la juventud y con grupos de sacerdotes obreros con el afán de implicarse cristianamente en la marcha social.

En 1969 se fue a Nicaragua para trabajar como misionero en Tola. Allí estuvo con los campesinos locales y tomó contacto con las dificultades que afrontaban día a día. Con frecuencia visitaba a los enfermos y fue llamado muchas veces ante la falta de medios médicos a disposición de los campesinos. Criticó duramente la práctica del secuestro de las jóvenes que eran obligadas a prostituirse, secuestros que eran amparados por el ejército del dictador Somoza. García Laviana expresó su desacuerdo en la opresión de los campesinos pobres y su marginación en la sociedad en varios poemas que fueron publicados en una colección en 1979 con el título "Las canciones de amor y guerra", el primer libro publicado por el "Ministerio de Cultura del Gobierno Sandinista".

García Laviana fue acusado de ser simpatizante comunista debido a todas sus críticas y sus denuncias ante la corrupción y la injusticia del "Régimen Somocista". En 1977 recibió amenazas telefónicas y fue seguido por agentes de Somoza para comprobar sus actividades, que consistían en ayudar a los sandinistas actuando como correo, transportando gente y, principalmente, educando a los campesinos para que fueran capaces de comprender por sí mismos la situación en la que se encontraban. Este sacerdote asturiano estaba muy influenciado por el espíritu de la " Teología de la Liberación", que ponía en lugar preferencial la acción pastoral con los pobres. Finalmente acabó tomando las armas al entender que un cambio político pacífico no ayudaría a paliar las terribles necesidades que veía todos los días en Nicaragua. Estaba decepcionado con la jerarquía nicaragüense, que falló en su discurso a favor de los pobres y oprimidos. Aunque nunca perdonó la violencia, vio en ella el único medio para que los pobres de Nicaragua fueran liberados de su opresión.

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, reconoció la importancia de la participación de García Laviana en la lucha revolucionaria. La vinculación de García Laviana en la revolución nicaragüense animó a los católicos a apoyar al FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), dando al movimiento revolucionario legitimidad moral. Muchas de las preocupaciones de García Laviana se convirtieron en prioridades para los sandinistas cuando asumieron el poder. El Gobierno revolucionario instauró la asistencia médica como una prioridad principal, puso en práctica las iniciativas de reforma agrarias que redistribuyeron la tierra a muchos campesinos individualmente y en cooperativas, y denunciaron la prostitución. Gaspar García Laviana murió el 11 de diciembre de 1978 en combate dirigiendo la columna “Benjamín Zeledón”. De él se decía que era “el primero en entrar en combate y el último en retirarse”.

Actualmente en Nicaragua hay hospitales, escuelas y bibliotecas que recuerdan su nombre.


Sirva este recuerdo como homenaje a todos los "Emigrantes Asturianos", y pénsándolo bien, no hay que ser un lince para determinar que el "Cura-Guerrillero" Gaspar García Laviana, no se parece en nada a nuestro "Monseñor" e incido, nuevamente, en la necesidad de rectificar y modificar esta incoherente "Normativa Electoral Restrictiva", para el emigrante, en el desarrollo al "Derecho a la Participación de los Ciudadanos" y a  la "Elección de sus Representantes" mediante el "Sufragio Universal".

http://es.wikipedia.org/wiki/Gaspar_Garc%C3%ADa_Laviana 

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